10 mar 2013

Audrey Hepburn


Ocho de la tarde. Lunes. Enciendo un canal de televisión y veo la imagen de un bello rostro de perfil.Es Audrey Hepburn protagonizando el film Vacaciones en Roma (Billy Wilder), película en la que interpreta a una princesa que se escapa de palacio. Le valió su único Oscar y la lanzó al estrellato.

Audrey Hepburn, actriz británico-belga de familia y porte aristocrático, vivió en primera persona las penurias provocadas durante la Segunda Guerra Mundial, hecho que la llevó a dedicar gran parte de su vida a los más necesitados, involucrándose en labores humanitarias como Embajadora de Buena Voluntad de UNICEF hasta el fin de sus días.

Estilo

Audrey Hepburn siempre se caracterizó por su buen gusto y elegancia en el vestir. Su figura era esbelta y delicada. Desde muy temprana edad tomó clases de ballet, pues su sueño de juventud era ser bailarina. Finalmente tuvo que renunciar ya que era demasiado alta para la época, aunque llegó a bailar junto a Fred Astaire en el film musical Una cara con ángel.

Hepburn puso de moda el zapato plano tipo bailarinas, las gabardinas, los pantalones pitillo, los pantalones capri o los jerseys de cuello cisne. Sus colores favoritos eran los neutros, como el blanco o el negro y le encantaba llevar sombreros, guantes o gafas de sol XXL. Huía de los colores chillones o los brillos.

Givenchy

Su diseñador preferido fue Hubert de Givenchy, con el que mantuvo una amistad muy fuerte. Audrey fue su musa y llegó a crear un perfume inspirado en ella, L'Interdit. Diseñó vestidos exclusivos como el famoso vestuario de la película Sabrina, en el que destacan el vestido de cóctel negro con cuello recto que dio lugar al llamado escote Sabrina, o el elegantísimo vestido palabra de honor en blanco y negro que lució en esta película. Aunque sin duda mi preferido es aquel elegante y sofisticado vestido de satén negro o little black dress que luce en Desayuno con Diamantes, frente al escaparate de Tiffany, también diseñado por Givenchy. Este vestido fue subastado en el año 2006 en Christie's por 700.500 euros, y la recaudación fue destinada a obras benéficas.

Audrey no fue una actriz al uso, una diva en el sentido estricto de la palabra, llegando a llevar una vida sencilla, huyendo de toda clase de lujo y ostentación. Rechazó ser imagen de muchas marcas, entre ellas Tiffany.

Con un encanto y dulzura especiales y una belleza inigualable, además de divertida, se ganó el aprecio del público y de sus compañeros de profesión.

Aunque Audrey nunca se vio a si misma como un icono, lo cierto es que su imagen es una de las más imitadas y recordadas de todos los tiempos.

¿Porqué cambiar? Cada uno tiene su propio estilo. Una vez que lo has encontrado debes aferrarte a él.” Audrey Hepburn
Artículo para el nuevo número de la revista Bahía Sur. Por Victoria Monasterio. Más info en 

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